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141. Carta a los Reyes Magos para 2023.
Transcripción:
Resumen en 446 palabras, 3 minutos de lectura.
Prioridades para mejorar la Contratación Pública
Venga, vamos a poner en orden las prioridades. Por si acaso sus majestades de oriente no pueden llegar a todo…
Primero: Precios acordes a la situación del mercado.
Los precios han subido, y no van a bajar. No se puede mirar para otro lado.
Los contratos en ejecución y los que están por licitar deben tener precios adecuados a la situación y al mercado.
Es necesario tener altura de miras, la viabilidad e incluso la supervivencia de muchos negocios está comprometida. Insisto: no se puede mirar para otro lado. Urge legislar.
Segundo: Que el trajín electoral no interrumpa el normal funcionamiento de la administración.
Que no haya parón, que en la medida de lo posible y teniendo en cuenta el particular periodo que se inicia, se planifique y se tenga en cuenta el calendario electoral.
El vacío anterior y posterior al día de las votaciones se entiende, es comprensible. Que no se prevea esta circunstancia intensificando la contratación antes, y preparando la de después, no resulta tan comprensible.
Tercero: Menos contrato menor.
El contrato menor para lo que es y está previsto: atender urgencias, situaciones sobrevenidas, aquello que no se pudo planificar.
Al mercado y a la administración le interesa la publicidad, la competencia, y la igualdad de oportunidades.
Cuarto: Lotes.
Los lotes favorecen la participación de las pequeñas y medianas empresas y los profesionales en la contratación pública.
Dividir los contratos en lotes propicia que los dineros, los beneficios de la contratación pública lleguen a más trabajadores.
Quinto: Que el precio no sea decisivo a la hora de adjudicar un contrato público.
Nadie compra solo a precio, si fuera así la calle estaría llena de Dacias y en los lineales de los supermercados sólo habría marcas blancas.
Para hacer una buena compra hay que tener en cuenta el precio, pero ni solo el precio ni fundamentalmente el precio.
Lo barato, acaba saliendo caro: Compra como un rico, gasta como un pobre.
Y sexto: Cinco días más para presentar ofertas.
Los plazos que establece la Ley de Contratos del Sector Público para presentar ofertas son plazos mínimos.
Añadir unos días más para presentar la oferta beneficia a la administración en primer lugar, recibirá más ofertas y mejor formadas.
Lo más importante
Por último, queridos Reyes Magos. Sabemos que a todo no se puede llegar, que, aunque sois magos, la magia tiene sus limitaciones.
Por eso, si solo podéis llegar a atender una o algunas de estas peticiones… que sean:
- Precios acordes a la situación del mercado.
- Que el trajín electoral no interrumpa el normal funcionamiento de la administración.
Hasta aquí el resumen.
Peticiones a la administración y los órganos de contratación para 2023
Estos días de finales de diciembre gustan y disgustan a partes iguales. Hay quienes los disfrutan y hay quienes los pasan.
Aunque en la mayoría de los casos, a unos y a otros, el cambio en el calendario siempre nos da que pensar. Miramos el año que se va y tomamos perspectiva con el que viene.
Lo que nos lleva a evaluar y a formular deseos, intenciones, objetivos.
En una parte de este ejercicio de cierre y apertura de año tiene cabida escribir la carta a los Reyes Magos.
Pedir esas cosas que no dependen de nosotros, pero que nos convienen y nos ayudarían a mejorar.
Y estas son las cosas que beneficiarían a la gran mayoría de los contratistas.
1. Que el trajín electoral no interrumpa el normal funcionamiento de la administración
En 2023 habrá elecciones generales a final de año, en mayo elecciones municipales, y en mayo también habrá elecciones autonómicas en todas las comunidades autónomas excepto en Andalucía, Cataluña, Galicia, País Vasco y Castilla y León.
Las convocatorias de elecciones siempre suponen un acelerón en la contratación pública. En el año anterior y en los meses previos a la convocatoria.
En ocasiones ese acelerón es alimentado por la necesidad de dar relumbrón a la gestión, por buscar la nota de prensa y la notoriedad en los tiempos en los que los ciudadanos somos llamados a las urnas y se quiere que se note que se hacen cosas.
En otras ocasiones es debido a la necesidad de dejar asuntos resueltos, cerrados. En el interés por concluir un trabajo iniciado hace cuatro años, en tratar de ejecutar o completar un programa de gobierno.
En la mayoría de los casos hay un poco de las dos cosas: se busca dejar el trabajo terminado y de paso lucir la gestión.
En cualquier caso, nuestra petición es que estos intereses, o necesidades, no alteren el normal devenir de los procesos de contratación pública que hay en marcha o se deben llevar a cabo durante el año para atender normalmente las necesidades conocidas y los proyectos en marcha.
Y para ello, que las personas implicadas en que los expedientes de contratación salgan adelante tengan en cuenta las particularidades, los tiempos, del periodo electoral, para que no haya grandes retrasos, para que todo siga su curso, y para que el dinero siga fluyendo.
2. Precios acordes a la situación del mercado.
El año 2022 ha sido el año de los sobresaltos y de los precios imposibles. Algo que empezó durante el verano de 2021 y que se hizo especialmente evidente durante los primeros meses de 2022.
En los últimos 20 años no se había dado una situación como la que se ha vivido y se está viviendo actualmente en cuanto a precios de materias primas y de la energía: volatilidad y crecimientos vertiginosos y constantes.
En este momento hay muchas empresas con dificultades debido a que están atadas a unos contratos que les obligan a asumir unas condiciones económicas que han variado de forma drástica, y hasta cierto punto imprevisibles, por la rapidez y contundencia con la que han variado.
Es necesario articular medidas para que esta situación deje de comprometer la viabilidad de tantas empresas y puestos de trabajo. No se puede seguir mirando para otro lado,
Conviene y es necesario aplicar medidas a los contratos de servicios y suministros, medidas que no son extrañas, medidas similares a las que se han venido aplicando a los contratos de obras.
Después de un año largo en el que tantos contratistas han aguantado el tirón, y ante el panorama que se vislumbra, se tiene que dejar de justificar el inmovilismo en base al principio de riesgo y ventura.
Llevamos muchos meses con precios altos y aunque parece que el “disparo” se ha contenido, lo que también parece es que lo que ha subido, no va a bajar.
Osea que, en el mejor de los casos, esto no va a empeorar, pero en ningún caso va a mejorar y los precios nunca van a volver a lo que fueron a principios de 2021.
Los salarios, el principal componente de coste en la mayoría de los contratos, van a subir. La aparente paz social que vivimos, más pendiente del calendario electoral que de la economía de los afiliados, se mantendrá durante el periodo electoral que acabará con el año.
Y aunque haya muchos convenios en situación de ultraactividad, las renovaciones que se van produciendo ya están recogiendo los incrementos de precios de los últimos meses. Los conocidos como efectos de segunda ronda ya están aquí. Y a nadie sorprende.
Esta es nuestra petición: que se articulen mecanismos para la revisión de precios que sirvan para mitigar -en todo o en parte- los notables incrementos de precios de los últimos meses.
3. Menos contrato menor
El contrato menor: ese contrato que se adjudica sin publicidad, sin apenas competencia, en condiciones a veces poco claras, en fin…
Un forma de proveerse de servicios, suministros u obras que, curiosamente, siempre acaba favoreciendo a unos pocos.
El contrato menor, cuando se utiliza bien o al menos siguiendo el espíritu de la ley, se emplea para atender urgencias o necesidades que no se han podido prever.
Y algo que no se ha podido prever, no es lo mismo que algo que no se ha previsto. Hay un matiz importante ahí.
Por eso, queridos Reyes Magos, nuestra petición es que los órganos de contratación usen el contrato menor para atender urgencias, y no para contratar lo que ya se sabe que hay que contratar.
4. Lotes, más lotes.
Los lotes son buenos: favorecen la competencia, reparten la tarta, promueven que los contratos grandes resulten asequibles para empresas pequeñas y profesionales.
Por eso nuestra petición es que, siempre que sea posible, se atienda a lo previsto en la Ley de Contratos del Sector Público: la división en lotes de los contratos.
Cuando un contrato se divide en lotes se favorece la participación de las empresas pequeñas, se crean más oportunidades, y se favorece que “la tarta” se reparta entre más “comensales”.
5. Más plazo para presentar las ofertas
Es un hecho contrastado que los contratos públicos con más plazo de presentación reciben más ofertas.
Osea que ampliar en unos días, tres, cuatro, cinco, el plazo mínimo para la presentación de ofertas que establece la Ley de Contratos del Sector Público asegura, como se dice en la Ley de Contratos del Sector Público: “ …, una eficiente utilización de los fondos …, la salvaguarda de la libre competencia y la selección de la oferta económicamente más ventajosa.”
Es evidente que unos plazos de presentación de ofertas más holgados no solo nos sirve a los contratistas, sino que beneficia especialmente a las administraciones. A más ofertas, más competencia, y más posibilidades de recibir mejores ofertas.
Señoras, señores de los órganos de contratación: los plazos para la presentación de ofertas que se establecen en la Ley de Contratos del Sector Público son plazos mínimos.
Añadan tres, cuatro o cinco días al plazo mínimo de presentación de ofertas:
- Es el tiempo necesario para que podamos recibir el presupuesto de un subcontratista o un suministrador.
- Es el tiempo adicional que una pequeña empresa -en la que todo el mundo hace más horas que un reloj y va a tope de faena- necesita para poder asumir la confección de una oferta.
¿Cuántas veces los sobres se quedan esperando cinco, diez, quince, y hasta veinte días a que se reúna la mesa de contratación y los abra?
Por cierto. ¿De verdad hace falta recibir ofertas en pleno mes de agosto, en Semana Santa, o en Navidad?
Además, tengan en cuenta que las ofertas las hacen personas, en las empresas pequeñas y en las grandes. Esas personas tienen familias y una vida que conciliar. No acaban de trabajar a las 3 y el trabajo se queda esperando al día siguiente. Los plazos ajustados alteran la vida de muchos padres, dejan a muchos niños haciendo los deberes solos.
Queridos Reyes Magos, por favor, a ver si podéis conseguir que se añadan tres, cuatro, ¡cinco días! a los plazos mínimos para presentar ofertas.
6. Criterios de adjudicación
Una petición típica y repetida: que el precio no sea el criterio preponderante a la hora de adjudicar un contrato público.
Lo dijo D. Francisco de Quevedo hace 400 años: “sólo el necio confunde valor y precio”
Lo establece la Ley de Contratos del Sector Público: La adjudicación de los contratos se realizará utilizando una pluralidad de criterios de adjudicación en base a la mejor relación calidad-precio.
Se entiende que quién no tiene el conocimiento y dominio de una materia no sea capaz de establecer criterios de adjudicación más allá del precio. Nos pasa a todos, cuando no tenemos ni idea compramos en base al precio, pasa al ir a comprar vino o un televisor.
Aunque por otro lado es tan necesario como conveniente para el interés general que los criterios de adjudicación atiendan a esa mejor relación calidad-precio que cualquiera de nosotros busca cuando va a hacer una compra de cualquier importe.
Además. Ya se sabe: Lo barato sale caro.
Por eso es necesario que las compras no se improvisen, que no se abandone todo a la costumbre, al “siempre se ha hecho así”, que se investigue y se aprenda, que el precio no sea el criterio de adjudicación preponderante ni decisivo.
¡Y ya está! Queridos Reyes Magos.
Este texto es una transcripción del episodio nº 141 del podcast ‘Contratación Pública’ que se puede escuchar en Spotify, iVoox, Apple Podcast y en cualquier reproductor de podcast
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