Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
143. Las elecciones y la contratación pública en 2023.
Transcripción:
Resumen en 219 palabras, 1 minuto de lectura.
El hecho de que haya elecciones ralentiza la actividad de las administraciones públicas afectadas por estas.
Un periodo de unos 6 meses, desde abril, cuando empieza el runrún electoral, a mediados de septiembre, cuando ya todo el mundo está situado.
Una legislatura dura 48 meses, emplear 6 meses en renovar las instituciones, abrir las ventanas, y ventilar los despachos es un mal menor, al fin y al cabo equivale a un 12% del tiempo de legislatura, y nada contribuye más al normal funcionamiento de la administración que la celebración de elecciones.
En 2023 tendremos elecciones municipales y autonómicas el último domingo de mayo, y el primer o segundo domingo de diciembre habrá elecciones generales.
Las últimas decisiones importantes de la legislatura se tomarán en marzo, o en abril a más tardar. A partir de ese momento inercia y puro trámite hasta mediados de septiembre. No es que todo se pare, aunque es cierto que todo afloja.
Una disminución de la contratación que se compensa con el vigor del año 2022 y los primeros meses de 2023, disminución que se verá mitigada por lo que pueda “caer” de los fondos Next Generation.
En el último tercio del año se recupera el vigor, “se hacen los deberes” y vuelve a haber un pico de contratación para el que conviene estar preparados.
Hasta aquí el resumen.
En lo que respecta a la contratación pública el año 2023 va a estar marcado por la convocatoria y celebración de elecciones municipales, autonómicas y generales.
Las elecciones afectan al funcionamiento de la administración, antes y después de su celebración, por eso te conviene conocer algunas cuestiones básicas sobre estas convocatorias que, como contratista, te interesan.
Ya que aunque durante el periodo electoral la contratación pública no para, se pararía el país, es cierto que sí se ralentiza. Especialmente si hablamos de contratación de obras.
De entrada lo que puedes pensar es que las elecciones son un fastidio porque interrumpen el normal funcionamiento de la administración. No es que todo se pare, ni mucho menos, aunque sí es cierto que el periodo electoral condiciona la actuación de las administraciones en materia de contratación pública.
Esa percepción: que las elecciones son un fastidio porque interrumpen el normal funcionamiento, es cierta si se tiene en cuenta el corto plazo. Aunque la realidad es que no hay nada que contribuya más al normal funcionamiento de la administración que la celebración de elecciones.
No voy a glosar aquí las virtudes del sistema democrático, y lo que supone que cada cuatro años haya este particular examen de la gestión política. Todos las conocemos, de hecho la opinión más desfavorable es: que la democracia es el menos malo de los sistemas políticos.
Calendario electoral en 2023
La primera cita electoral es el último domingo del mes de mayo. Concretamente el día 28 de mayo.
Ese día se celebran elecciones municipales y autonómicas.
Para que esto ocurra la primera semana de abril, en plena Semana Santa, el lunes 3 de abril, el jefe del estado (el Rey) previa deliberación del Consejo de Ministros convocará las elecciones municipales.
El mismo día habrá elecciones autonómicas, coincidirán con las municipales por haber transcurrido 4 años desde las elecciones anteriores.
En 2023 se renovarán los parlamentos autonómicos de: Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Extremadura, Madrid, Murcia, Navarra y La Rioja. También Ceuta y Melilla.
Aunque no todas las autonomías van a celebrar elecciones:
- En Galicia y País Vasco las últimas elecciones fueron en 2020, por lo que las próximas elecciones tocarán en 2024.
- Cataluña convocó elecciones en 2021 y lo normal es que las próximas sean en 2025.
- Castilla y León y Andalucía han celebrado elecciones recientemente, en 2022, y hasta 2026 no les volverá a tocar.
Es cierto que en Madrid hubo elecciones adelantadas en 2021, lo que ocurre es que su estatuto de autonomía prevé que, incluso adelantando comicios, los mandatos están limitados por el término natural de la legislatura originaria. Por tanto, le vuelve a tocar celebrar elecciones en 2023.
Esto en cuanto a elecciones municipales y autonómicas, que desde el punto de vista de la contratación pública y los negocios que no cotizan en bolsa, son las elecciones que más nos afectan.
En cuanto a las elecciones generales: Las últimas elecciones generales fueron el día 10 de noviembre de 2019.
Por tanto, este año toca que haya elecciones generales, y es seguro que serán a final de año. Lo único que no se sabe es cuándo, qué día.
El artículo 68 de la Constitución establece que el mandato parlamentario finalice a los cuatro años de ser elegido: por tanto el 10 de noviembre de 2023.
Esta cuestión no tendría mayor importancia si no fuera porque España ejercerá la Presidencia del Consejo de la Unión Europea en el segundo semestre de 2023, entre el 1 de julio y el 31 de diciembre.
Y por esto, tras un informe de los letrados del Congreso de los Diputados, teniendo en cuenta la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, nos podemos encontrar con que las elecciones generales se podrían celebrar como muy tarde el domingo 10 de diciembre de 2023, segundo domingo de diciembre, justo al final del puente.
Total, quédate con que habrá elecciones municipales y autonómicas el último domingo de mayo y que el primer o segundo domingo de diciembre habrá elecciones generales.
Contratación pública y calendario electoral
Con estas fechas podemos vaticinar cuáles van a ser los últimos actos de gobierno y qué puede variar respecto de un año normal, un año no-electoral.
En primer lugar, hablemos de la administración local, los ayuntamientos.
Administración local.
La primera cuestión a tener en cuenta es la aprobación del presupuesto municipal.
En otros episodios de este podcast ya me he referido a la importancia que para el normal funcionamiento de cualquier administración, y de la contratación pública en particular, implica que las administraciones cuenten con presupuestos “al día”, aprobados cuando toca.
La aprobación del presupuesto municipal le corresponde al Pleno de la Corporación y basta con que cuente con la mayoría simple de los votos emitidos.
Puede pasar que esto no ocurra, que haya empates o situaciones enconadas, atascadas.
En ese caso, y si al iniciarse un ejercicio económico no hubiese entrado en vigor el presupuesto que le corresponde, el presupuesto anterior se considera automáticamente prorrogado.
No obstante, existen otras formas de aprobar un presupuesto municipal sin esa mayoría simple. La normativa ofrece algunas variantes al procedimiento ordinario de aprobación del presupuesto municipal.
La cuestión es que los ayuntamientos cuentan con los mecanismos necesarios para tener sus presupuestos aprobados cuando corresponde, para que sean aplicados normalmente en su momento. Cuestión que favorece un normal desarrollo de la contratación pública.
Luego están los últimos actos de gobierno.
En un ayuntamiento las cosas importantes pasan por el Pleno y deben ser aprobadas en él. Aunque es cierto que esto tiene sus matices y depende del ayuntamiento.
Aún así, conviene tener en cuenta que el pleno de un ayuntamiento celebrará sesión ordinaria:
- Cada mes en municipios de más de 20.000 habitantes y las Diputaciones Provinciales;
- Cada dos meses en municipios con una población de entre 5.001 y 20.000 habitantes;
- Y cada tres meses en los municipios de hasta 5.000 habitantes.
El caso es que entre la campaña electoral, la precampaña, y la sensación de que ya está todo hecho, los últimos coletazos de la legislatura serán durante las tres últimas semanas del mes de abril, ya que la primera semana es Semana Santa.
Por tanto, agotado el primer trimestre de 2023 no esperes que se liciten contratos de obras importantes, ni nada que no esté previsto contratar, o con un proceso de contratación en marcha.
Administración regional
En el caso de la administración regional, y para no complicarnos analizando cada caso en particular o matizando las cuestiones inherentes a este orden o nivel administrativo, podemos asimilar que existe una situación semejante a la comentada para la administración local.
Teniendo en cuenta además que las autonomías que celebrarán elecciones este año Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Extremadura, Madrid, Murcia, Navarra y La Rioja, tienen aprobados sus presupuestos para 2023, en algunos casos desde hace un par de meses y en otros desde hace unos días.
Lo importante, lo que conviene al normal funcionamiento de las administraciones y de la contratación pública, es que en todos los casos los presupuestos autonómicos están aprobados y dispuestos para ser aplicados.
También las autonomías que no celebrarán elecciones en 2023, a excepción de Cataluña, tienen aprobados sus presupuestos para este año.
Por tanto, según viene siendo habitual en otras citas electorales, y dado que los presupuestos están aprobados, lo normal será que todo siga su curso y que durante el periodo electoral no se impulsen contrataciones de importancia más allá de las previstas, de las que forman parte de la inercia.
Administración general del Estado.
Es conocido que el Gobierno de España cuenta con presupuestos para 2023.
La cuestión relevante en este caso es qué pasará con los presupuestos de 2024.
Para hacernos a la idea tomemos como referencia lo que ocurrió en 2022 para aprobar los presupuestos de 2023:
- A primeros de octubre el Gobierno aprobó el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2023.
- A finales de noviembre el Congreso aprobó los Presupuestos Generales del Estado para 2023.
Aunque, como se dice en los bancos: “Rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras”, el año 2023 será muy movido a nivel político y nada garantiza al actual gobierno contar con los apoyos suficientes para sacar adelante el presupuesto de 2024.
No obstante, lo que ocurra en la administración general del estado, aún siendo relevante y de interés, en términos de contratación pública para empresas normales como la tuya no afecta tanto como en el caso de ayuntamientos y gobiernos autonómicos.
Publicidad en periodo electoral
En periodo electoral se deben respetar unas normas en cuanto a campañas de comunicación o inauguraciones.
El denominado periodo electoral son los días que hay entre la fecha de publicación de la convocatoria de las elecciones en el boletín oficial que corresponda, y el mismo día de la votación. Lo que suele ser dos meses.
En este caso, y para abreviar: desde Semana Santa hasta el último domingo del mes de mayo de 2023.
Durante el periodo electoral está prohibido que los poderes públicos difundan, comuniquen o hagan propaganda, por cualquier medio, sobre lo que se ha hecho o se ha logrado durante la legislatura.
Es decir que desde la administración afectada por las elecciones no se puede dar publicidad o convocar a un acto para hacer balance de la legislatura, y presumir de lo que se ha hecho o logrado.
El ayuntamiento, o administración de la que se trate, no puede ser utilizado como altavoz.
Durante el periodo electoral también está prohibido inaugurar obras, servicios públicos, o incluso anunciar un proyecto, como por ejemplo: Poner una primera piedra, hacer un viaje en metro o en tren, o convocar a los medios de comunicación para inaugurar el nuevo servicio de ludoteca municipal.
Otra cosa es que los partidos políticos hablen de lo que han hecho o logrado. Eso, obviamente, sí que está permitido, aunque desde el partido, no desde la administración.
Y otra cosa es también, que se promuevan licitaciones (de enero a abril, muchas), se adjudiquen contratos (de hecho se aceleran las adjudicaciones), se visiten obras o servicios en marcha, se tengan reuniones, y un sinfín de actividades que no son ni blanco ni negro, pero que igualmente sirven para estar en los medios, “salir en la foto”, y rematar la faena de la legislatura.
Volvamos a lo nuestro.
Como contratista te interesa que la administración funcione de forma normal, regular, predecible. Que no haya nada que interrumpa la marcha.
Y aunque hay actuaciones y muchos contratos que no se ven perturbados por el periodo electoral, es cierto que tanto la representación formal, como la la iniciativa y estabilidad políticas son necesarias para el normal desarrollo de la actividad administrativa en general y la contratación pública en particular.
Por eso en periodo electoral pasa como cuando van a llegar las vacaciones, que las cosas importantes que no se han podido rematar antes, se dejan para la vuelta o, en este caso, para quién vuelva, a la vuelta.
Licitaciones después de las elecciones
Ya sabemos que el último domingo de mayo hay cita electoral. ¿y después, qué? ¿Cuándo volverá la normalidad?
En el caso de los ayuntamientos, las corporaciones municipales se constituyen veinte días después de las elecciones. En este caso: el sábado 17 de junio de 2023.
En la misma sesión de constitución se elige al alcalde. La elección puede ser por mayoría absoluta, si no fuera así, será nombrado Alcalde el Concejal que encabece la lista que haya tenido más votos.
Osea que el 17 de junio habrá alcaldes y todo empezará a estar en condiciones de volver a la normalidad en los ayuntamientos.
Aunque, no tan rápido. Los alcaldes tendrán que nombrar a los tenientes de Alcalde, repartir las concejalías, hacer delegaciones, se tendrá que constituir la Junta de Gobierno Local, en fin, que todavía queda mucho por hacer.
Además, todas las personas, salvo que haya continuidad, tendrán que tomar posesión de sus cargos, estudiarse los temas sobre la mesa, conocer a los funcionarios, examinar el presupuesto heredado, y otras cuestiones formales y prácticas que es necesario atender antes de que todo vuelva a su funcionamiento y ritmo normal.
En el caso de los gobiernos autonómicos, cada estatuto de autonomía establece con precisión el procedimiento que se debe llevar a cabo para la investidura del presidente del gobierno, aunque en todos los casos, si transcurridos dos meses no hay presidente, se vuelve a la casilla de salida: nueva convocatoria de elecciones.
Tras la investidura del presidente del gobierno autonómico ocurre algo muy parecido a lo que pasa en un ayuntamiento, aunque con el agravante de que se tienen que producir todavía más nombramientos: vicepresidencias, consejerías, secretarías, subsecretarías, direcciones generales.
Por otro lado, atentos al calendario, ya que cuando los cargos electos se han puesto al día, empiezan las vacaciones. Todo esto ocurre en verano.
Total, que si todo marcha normalmente y se replica lo ocurrido en las últimas citas electorales, en el caso de los ayuntamientos y gobiernos regionales para el mes de septiembre se habrá vuelto a la normalidad.
En cuanto al gobierno de España: lo vivimos hace tres años. Y es que, al igual que ocurre con los gobiernos autonómicos si en dos meses no hay investidura, se convocan nuevas elecciones.
Buenas prácticas ¿Qué hacen los veteranos para analizar pliegos?
"*" señala los campos obligatorios